La protagonista de hoy, es una mesita con patas de fundición y tapa de mármol.
Es otro de mis muebles, con impronta sentimental. Era de mi abuelo materno Raúl. Él tenía un taller de chapa y pintura para autos, un lugar gigante, muy grande muy alto...y cuando era pequeña, me encantaba "deambular" por sus rincones, entre latas de pintura y sentir el olorcito, cuando usaban el compresor para pintar! de paso, siempre mirando a ver qué encontraba.Y la verdad, que entre sus herramientas nunca encontré nada que me llamara la atención, salvo ésta mesita, que se destacaba por sus formas entre tantos autos y latas de pinturas.
Mi abuelo la usaba de apoyo, mientras trabajaba con un auto la tenía ahí: para apoyar herramientas o latas. En ése momento, la tapa era de madera y tenía mil capas de pintura de colores, y a mí me encantaba...y le repetía lo mismo que a mi otro abuelo con la alacenita, se acuerdan?
Ésa mesa va a ser para mí!
Y bueno, hoy la tengo! y es el recuerdo que tengo de él, y me parece divina tanto para usarla en el exterior como en el interior de la casa.
Estuvo cumpliendo varias funciones y en distintos lugares.Su última estadía fuen en la terraza de casa, pero ahora la probé en mi cuarto y me gustó mucho como quedó allí. Asique ahora, la tengo de mesita de luz y a mi lado de color blanco, con tapa de mármol.
ANTES
AHORA